miércoles, 16 de marzo de 2011

EL REMATE

En la manera de concluir un reportaje suele reflejarse la mayor o menor maestría, el dominio con el que el periodista ejerce su trabajo. El remate es el “broche de oro” con que debe cerrarse todo escrito; el párrafo que hace sentir al lector que nada importante quedó por tratar.
Se distinguen diferentes clases de remate:
a)      Remate de retorno: Se finaliza con el mismo elemento utilizado en la entrada. Cualquier tipo de entrada puede sugerirnos un remate de retorno. Gracias a este tipo de remate se logra dar al escrito una trayectoria circular y ceñirlo dentro de los límites precisos que ayudan a producir la impresión de “trabajo terminado”.

b)      Remate de conclusión: Es característico de los reportajes demostrativos en los que, tras de exponer las opiniones y los datos que conforman el problema, el reportero sintetiza las conclusiones lógicas.

c)       Remate de sugerencia o llamamiento: Es en el que se sugiere o aconseja a los lectores o a un determinado sector asumir una posición ante lo expuesto.

d)      Remate rotundo: Es en el que se concluye con una o más frases, las menos posibles, que de manera sintética y rotunda reflejen el sentido de todo el reportaje. Puede lograrse con la combinación de elementos objetivos y de la conclusión del propio periodista.

e)      Remate de detalle: A semejanza de la entrada de detalle, el remate de este tipo concluye el reportaje con una anécdota, con una pequeña escena.

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